Nuestra ilusión |
Dos semanas de trabajo cumplió ya la Academia León de Judá, trabajando con la ilusión de conquistar metas a corto, mediano y largo plazo. Los primeros objetivos se han cumplido: comenzar, ser conocidos, captar la atención y participación de niños y jóvenes con sueños iguales que los nuestros.
Es un camino largo, con rosas y espinas. En apenas dos semanas ya nos ha tocado sortear algunas piedras que se encuentran en el camino. Pero es pasarlas y seguir. Son las pruebas que Dios va colocando para hacernos fuertes y permitirnos entender hacia dónde vamos.
Nos hacemos fuertes |
Muchos nos observan. Muchos más se integran a nosotros. Algunos llegan y aportan: un implemento de trabajo o una mano amiga para ayudar. Otros miran un futuro para sus hijos y cada vez son más los que nos miran desde las gradas y nos confían el camino de sus muchachos. Y unos pocos, sin querer ayudar, también nos hacen más fuertes. Vamos con Dios de nuestro lado y sabemos hacia dónde vamos. Aportamos nuestro grano de arena para formar integralmente a nuestros niños y jóvenes, brindándoles las herramientas para que menos de ellos se pierdan en el camino y muchos más sean los que consigan la meta de ser futbolistas profesionales y ciudadanos de bien. Futuros hombres formados en la fe.
Somos una familia |
En estas dos semanas se logró una nutrida participación que alcanzó los casi 80 jóvenes futbolistas. A corto plazo ya contamos con material e implementos de trabajo. Nuestros entrenadores Meyder Chourio y Ridenson Morillo, con el apoyo de Juan Luis Montilla, todos ex jugadores profesionales y hoy formadores, van transmitiendo una idea. Una forma de juego y de vida. Junto a ellos un equipo de trabajo encabezado por el Director Deportivo Ricardo Morillo. Y con unos cuantos héroes anónimos.
El emprendedor trujillano Guillermo Gilly, principal impulsor de este proyecto, ha sido claro en los objetivos que se aspira ir cumpliendo paso a paso: contar con las categorías sub-8, sub-10, sub-12 y sub-14, participar en competencias regionales y estadales y más a largo plazo, pero ya en el horizonte, una sede y una instalación propia.
Es el futuro que estamos sembrando. Somos una familia. Somos Academia León de Judá. Y con la bendición de Dios vamos sembrando futuro.
Sembrando futuro. |
hay cupo
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